Si admitimos la existencia del BIEN, como principio verdadero, hemos de admitir a su vez la realidad del MAL. El uno no puede existir sin el otro y esto es aplicable fuera de cualquier credo o religión. O acaso podría existir el BIEN en ausencia total del MAL.
Dejaría de ser lo que es, para pasar a ser un estado neutro, sin trascendencia.
Ambos son polos opuestos de una misma escala, de una misma cosa. Así subamos o bajemos en la escala, nos encontraremos más o menos cerca del BIEN o del MAL.
Dependiendo de nuestra educación, creencias o entorno cultural, daremos a estos conceptos, un significado u otro. Exageraremos o tenderemos a ignorarlos deliberadamente, pero siempre tendremos dentro de nosotros la imagen arquetípica de ambos. Sea cual sea nuestro origen, en nuestro más profundo subsconsciente, pervivirá la idea, el pensamiento que hace referencia a ambos.
DIOS, SATAN: por poner un solo ejemplo, son solamente nombres aplicados a conceptos mucho más extensos.
Desconocemos muchas cosas acerca de nuestra historia, pero donde más patente se hace este desconocimiento, es acerca de nosotros mismos. Nos creemos una especie superior y desconocemos nuestra esencia. Así pués no somos tan superiores, tan solo distintos.
BIEN y MAL, forman parte de nuestra más íntima naturaleza. Depende del grado en la escala que alcancen uno y otro, podremos ver el resultado en la propia persona.
Quizás nada como la esvástica para explicar hasta que punto puede algo ser relativo en lo que al bien o al mal se refiere.
Y ahora reflexionemos sobre esto:
Partamos de los conceptos de Dios y Satán. Ambos lógicamente, polos opuestos de la escala que mencionamos. Asignamos a "Dios" el polo (+) y a "Satán" el (-).
No, no es divagación, es un ejercicio de aplicación del hermetismo y sus leyes para explicar este, en apariencia "insondable" misterio.
El polo (+), Dios ejerce su influencia sobre el (-) Satán. A modo de lo que conocemos por corriente eléctrica, se produce una transferencia de energía entre ambos, de la que resulta un hecho o acción concreta. Esto, que puede parecer absurdo, es una ley universal que abarca todo cuanto conocemos y admitimos como cierto y existente.
Dos polos opuestos se atraen, ¿verdad?; y de dicha atracción resulta..... ¿que?...
La GENERACIÓN de algo.
De igual manera que Frio y Calor son los opuestos de la escala de nombre temperatura, Bien y Mal conforman la escala de nombre.... ahí está el dilema.
Pero su mecánica es igual que cualquier otra, el resultado de sus interacciones podrá ser "bueno" o "malo", dependiendo de la "carga" final del resultado.
Dejaría de ser lo que es, para pasar a ser un estado neutro, sin trascendencia.
Ambos son polos opuestos de una misma escala, de una misma cosa. Así subamos o bajemos en la escala, nos encontraremos más o menos cerca del BIEN o del MAL.
Dependiendo de nuestra educación, creencias o entorno cultural, daremos a estos conceptos, un significado u otro. Exageraremos o tenderemos a ignorarlos deliberadamente, pero siempre tendremos dentro de nosotros la imagen arquetípica de ambos. Sea cual sea nuestro origen, en nuestro más profundo subsconsciente, pervivirá la idea, el pensamiento que hace referencia a ambos.
DIOS, SATAN: por poner un solo ejemplo, son solamente nombres aplicados a conceptos mucho más extensos.
Desconocemos muchas cosas acerca de nuestra historia, pero donde más patente se hace este desconocimiento, es acerca de nosotros mismos. Nos creemos una especie superior y desconocemos nuestra esencia. Así pués no somos tan superiores, tan solo distintos.
BIEN y MAL, forman parte de nuestra más íntima naturaleza. Depende del grado en la escala que alcancen uno y otro, podremos ver el resultado en la propia persona.
Quizás nada como la esvástica para explicar hasta que punto puede algo ser relativo en lo que al bien o al mal se refiere.
Y ahora reflexionemos sobre esto:
Partamos de los conceptos de Dios y Satán. Ambos lógicamente, polos opuestos de la escala que mencionamos. Asignamos a "Dios" el polo (+) y a "Satán" el (-).
No, no es divagación, es un ejercicio de aplicación del hermetismo y sus leyes para explicar este, en apariencia "insondable" misterio.
El polo (+), Dios ejerce su influencia sobre el (-) Satán. A modo de lo que conocemos por corriente eléctrica, se produce una transferencia de energía entre ambos, de la que resulta un hecho o acción concreta. Esto, que puede parecer absurdo, es una ley universal que abarca todo cuanto conocemos y admitimos como cierto y existente.
Dos polos opuestos se atraen, ¿verdad?; y de dicha atracción resulta..... ¿que?...
La GENERACIÓN de algo.
De igual manera que Frio y Calor son los opuestos de la escala de nombre temperatura, Bien y Mal conforman la escala de nombre.... ahí está el dilema.
Pero su mecánica es igual que cualquier otra, el resultado de sus interacciones podrá ser "bueno" o "malo", dependiendo de la "carga" final del resultado.
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