Se podría hablar tanto de la Luna. Se podrían hacer tantas especulaciones, desbordar la fantasía y dejarnos llevar por su inmemorial influjo... Pero es mejor recurrir a los datos para al menos sostener la duda razonable de que nuestro satélite es cuando menos muy rarito el.
Su cara oculta, su órbita, su asimetría, sus cráteres..... podríamos seguir y no acabaríamos. Empezamos por su ÓRBITA:
Más datos que dán mucho, pero mucho que pensar acerca de su orígen.
¿Cómo se formaron los llamados “mares lunares”? Estas gigantes extensiones supuestamente de lava endurecida que provendrían del interior de la Luna se podrían explicar fácilmente en un planeta caliente con un interior líquido, que emerge cuando impacta un meteorito. Pero físicamente es mucho más probable que la Luna, por su tamaño, haya sido siempre un cuerpo frío. Otro misterio es su distribución. ¿Por qué un 80% de los mares lunares se encuentran en el lado derecho de la Luna?
La asimetría geográfica
Es llamativo que aún no encuentra explicación a la asimetría geográfica de la superficie lunar. La famosa cara “oculta” de la Luna posee muchos más cráteres, montañas y accidentes geográficos. Asimismo, como ya habíamos mencionado, la gran mayoría de los mares se encuentra del lado que podemos ver.
La baja densidad de la Luna
Nuestro satélite posee el 60% de la densidad que la Tierra. Esto y varios estudios demuestran su inevitable oquedad. Aun más, varios científicos se han aventurado a postular que dicha oquedad es artificial. De hecho, según la disposición de las capas superficiales que se han logrado identificar, los científicos afirman que la Luna parece un planeta que fue formado “al revés”, lo que algunos utilizan como argumento del postulado del “vaciado artificial”.
Si fuéramos arquitectos planetarios y diseñáramos planetas los datos que utilizaríamos serían: diámetro polar, excentricidad y masa. Con estos tres datos obtendríamos todos los demás: diámetro ecuatorial, superficie, volumen, etc.
Si trabajamos con diámetros polares y hacemos la Tierra 1 tanto en tamaño como en tiempo de rotación con respecto al Sol, la Luna mide K=0.2731±0.0001 y el tiempo de la Luna es casi 100K (27.3 días). Del tamaño de la Luna sale su tiempo, pero si hacemos 100/K obtenemos 366.1 que es casi el calendario solar en días siderales (el calendario solar en días siderales es el mismo que en días solares sumándole 1) lo que nos daría 365.1 para días solares. Es decir los dos calendarios, tanto solar como lunar son el mismo, uno procede de la función 100/K y el otro de 100K respectivamente.
La Luna es la que mueve todo el agua del planeta y de los seres vivientes y es la responsable de los ciclos reproductivos (menstruación cada 27.3 días). El agua es líquida entre 0 y 100 grados y sólida entre 0 y -273.15 grados que es el cero absoluto, la mínima temperatura posible. Es decir el agua es líquida 100 grados y sólida 1000K grados. El origen del numero K está en el agua. El agua relaciona los números 100 y K.
Todo esto apunta al origen artificial de nuestro satélite, así como que el origen de la vida pudo ser provocado por una inteligencia que hizo la Luna, con el tamaño que tiene en honor al agua ya que sería la encargada de mover e influir sobre el líquido elemento. Además los tiempos de translación del planeta y del satélite con respecto al tiempo de rotación terrestre también proceden del líquido vital.
Si hacemos el tamaño de la Luna con respecto al de la Tierra 0.2731 = X / Y²; y el tiempo de la Luna con respecto al de la Tierra 27.32166 = X Y² si solucionamos el sistema de ecuaciones obtenemos X=2.7…. y Y=3.1…. que son los números e y pi, números de la inteligencia lógica y geométrica respectivamente con unos errores menores al 1% y corresponden a un sistema de encriptación de la inteligencia.
Bien, espero que te haya gustado. Como ves, el tema se las trae y personalmente yo siempre he tenido la sensación de que allí arriba no son las cosas como aquí abajo se afirman. La Luna, nuestra luna, es todo un misterio con mayúsculas.
Su cara oculta, su órbita, su asimetría, sus cráteres..... podríamos seguir y no acabaríamos. Empezamos por su ÓRBITA:
Verdaderamente la órbita de traslación y tamaño de la Luna resultan físicamente casi imposible.Si fuera natural, se podría afirmar que es un muy raro capricho del cosmos.
Esto se debe a que el tamaño de la Luna es una cuarta parte del de la Tierra, y físicamente, la relación de tamaños entre un planeta y su satélite es muchas veces menor.
La Luna tiene una distancia a la Tierra tal que hace que ésta se aprecie igual en tamaño al Sol, pudiendo apreciar este raro fenómeno durante los eclipses lunares totales, donde la Luna tapa completamente a nuestra estrella.
La misma imposibilidad matemática se da en relación al peso de ambos cuerpos celestes.
Cara oculta de la Luna
Si la Luna fuese un cuerpo que en un momento determinado fue captado por la Tierra y adquirido una orbita natural, se esperaría, naturalmente, que ésta fuera elíptica. En cambio, la orbita selenita es asombrosamente circular.
La curvatura inverosímil de la Luna.
La increíble curvatura que posee la superficie lunar es inexplicable. No es un cuerpo redondo.
Estudios geológicos concluyen que este planetoide es prácticamente una esfera hueca.
Siendo así, los científicos no logran dilucidar cómo es que la Luna puede soportar esa extraña estructura sin romperse.
Una explicación propuesta por los científicos citados es que la corteza lunar esté fabricada de un armazón duro de titanio.
De hecho, se ha comprobado que la corteza y las rocas lunares poseen un extraordinario nivel de titanio. La capa de titanio estimada por los rusos Vasin y Sherbakov es de unos 30 Km de espesor.
Los cráteres lunares (fallan las matemáticas)La explicación a la inmensa cantidad de cráteres de meteoritos en la Luna es conocida ampliamente: ésta carece de atmósfera.
En la Tierra, la gran mayoría de los cuerpos espaciales que intentan penetrar se topan con kilómetros de atmósfera, que terminan por desintegrar al “invasor”.
La Luna no tiene tal capacidad por lo que guarda en su superficie las cicatrices de todos los meteoritos que impactaron contra ella: cráteres de todos los tamaños. Lo que sí resulta inexplicable es la poca profundidad a la que pudieron penetrar dichos cuerpos. PARECE COMO SI UNA PODEROSA ESTRUCUTURA INTERNA IMPIDIESE UNA PENETRACIÓN MAYOR.
Incluso cráteres de 150 kilómetros de diámetro no superan en la Luna los 4 kilómetros de profundidad. Esta singularidad es inexplicable con las observaciones normales, donde se estima que deberían existir cráteres de por lo menos 50 kilómetros de profundidad.
Más datos que dán mucho, pero mucho que pensar acerca de su orígen.
¿Cómo se formaron los llamados “mares lunares”? Estas gigantes extensiones supuestamente de lava endurecida que provendrían del interior de la Luna se podrían explicar fácilmente en un planeta caliente con un interior líquido, que emerge cuando impacta un meteorito. Pero físicamente es mucho más probable que la Luna, por su tamaño, haya sido siempre un cuerpo frío. Otro misterio es su distribución. ¿Por qué un 80% de los mares lunares se encuentran en el lado derecho de la Luna?
La asimetría geográfica
Es llamativo que aún no encuentra explicación a la asimetría geográfica de la superficie lunar. La famosa cara “oculta” de la Luna posee muchos más cráteres, montañas y accidentes geográficos. Asimismo, como ya habíamos mencionado, la gran mayoría de los mares se encuentra del lado que podemos ver.
La baja densidad de la Luna
Nuestro satélite posee el 60% de la densidad que la Tierra. Esto y varios estudios demuestran su inevitable oquedad. Aun más, varios científicos se han aventurado a postular que dicha oquedad es artificial. De hecho, según la disposición de las capas superficiales que se han logrado identificar, los científicos afirman que la Luna parece un planeta que fue formado “al revés”, lo que algunos utilizan como argumento del postulado del “vaciado artificial”.
Si fuéramos arquitectos planetarios y diseñáramos planetas los datos que utilizaríamos serían: diámetro polar, excentricidad y masa. Con estos tres datos obtendríamos todos los demás: diámetro ecuatorial, superficie, volumen, etc.
Si trabajamos con diámetros polares y hacemos la Tierra 1 tanto en tamaño como en tiempo de rotación con respecto al Sol, la Luna mide K=0.2731±0.0001 y el tiempo de la Luna es casi 100K (27.3 días). Del tamaño de la Luna sale su tiempo, pero si hacemos 100/K obtenemos 366.1 que es casi el calendario solar en días siderales (el calendario solar en días siderales es el mismo que en días solares sumándole 1) lo que nos daría 365.1 para días solares. Es decir los dos calendarios, tanto solar como lunar son el mismo, uno procede de la función 100/K y el otro de 100K respectivamente.
La Luna es la que mueve todo el agua del planeta y de los seres vivientes y es la responsable de los ciclos reproductivos (menstruación cada 27.3 días). El agua es líquida entre 0 y 100 grados y sólida entre 0 y -273.15 grados que es el cero absoluto, la mínima temperatura posible. Es decir el agua es líquida 100 grados y sólida 1000K grados. El origen del numero K está en el agua. El agua relaciona los números 100 y K.
Todo esto apunta al origen artificial de nuestro satélite, así como que el origen de la vida pudo ser provocado por una inteligencia que hizo la Luna, con el tamaño que tiene en honor al agua ya que sería la encargada de mover e influir sobre el líquido elemento. Además los tiempos de translación del planeta y del satélite con respecto al tiempo de rotación terrestre también proceden del líquido vital.
Si hacemos el tamaño de la Luna con respecto al de la Tierra 0.2731 = X / Y²; y el tiempo de la Luna con respecto al de la Tierra 27.32166 = X Y² si solucionamos el sistema de ecuaciones obtenemos X=2.7…. y Y=3.1…. que son los números e y pi, números de la inteligencia lógica y geométrica respectivamente con unos errores menores al 1% y corresponden a un sistema de encriptación de la inteligencia.
Bien, espero que te haya gustado. Como ves, el tema se las trae y personalmente yo siempre he tenido la sensación de que allí arriba no son las cosas como aquí abajo se afirman. La Luna, nuestra luna, es todo un misterio con mayúsculas.
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