Hay un enigma que persiste alejado del gran público. Puede que de manera intencionada, puesto que contradice una vez más la historia oficial, tal y como nos la cuentan. La civilización del Valle del Indo es muy incómoda de explicar. ¿Por que?
Si observas la imagen superior, verás la gran similitud que existe entre el lenguaje de la Civilízación del Valle del Indo y el de la Isla de Pascua.
¿A que se debe esto? Siempre dese el punto de vista de la teoría, porque teoría es todo lo que no acaba de demostrarse como Ley, es casi evidente a la vista de los mismos que ambos pueblos, mantuvieron un estrecho contacto, llámese colonial o comercial.
El caso es que la civilización del Indo data del 2500 AC o más y que tal conexión, implica que se trataba de un pueblo que conocía muy bien el océano y que probablemente expandió su actividad por el continente americano.
Civilización tan misteriosa como la de la Isla de Pascua, ya que desapareció después de habernos legado un testimonio rarísimo y único. Se trata del testigo mudo de una sociedad urbana y moderna que construía ciudades en cuadrículas urbanísticas, asfaltaba sus calles y poseía red de alcantarillado amén de una rigurosa planificación constructora.
Si los hallazgos arqueológicos no confirmaran esto podríamos pensar que divagamos víctimas de algún estupefaciente.
Calles principales de 8 metros de anchura, baños públicos, ausencia de templos. Parece como si alguien hubiese decidido hace 5ooo años poner en práctica un modelo de sociedad totalmente desconocido.
No hay templos por increible que parezca. Tan solo se intuye una epecie de división social en la que existirían trabajadores, sacerdotes y una escrupulosa división de tareas. Existe una teoría que hace incapié en la posibilidad de un origen tántrico de la misma. No es descabellada, teniendo en cuenta su singularidad y sencillez. Además hemos de tener en cuenta que se han encontrado símbolos tántricos que parecen confirmarlo.
Esto aunque parezca absurdo, también molesta. El TANTRA es la expresión de lo femenino. Los invasores arios que destruyeron esta civilización a punta de espada, tuvieron buen cuidado de destruir cualquier atisbo de ella. La suya representaba todo lo contrario: opresión, imperialismo, exterminio del autóctono. Aún así, persiste su semilla y en permanete conflicto como podemos observar en el interminable litigio de Sri-lanka (Ceilán).
Esta civilización tántrica, fue la culminación evolutiva de las sociedades matriarcales del Neolítico.
Una tras otra fueron cayendo con el mismo guión. Invasores de las estepas, mucho más expertos en el arte de destruir que el de conocer. Espiritualidad aplastada por el acero.
La relilgión de la Diosa Madre, la Tierra Madre, Gaia; era sustituida por el poder masculino.
El valle del Indo debió tener una influencia espectacular en su entorno. No es de extrañar que siendo buenos marinos y de gran talante comercial llegasen a América y vaya usted a saber donde.
Se han encontrado fosas con multitud de cadáveres, incluso muertos en las escaleras de las viviendas. Esto hace pensar que se produjo un exterminio masivo por parte de los invasores. Y a su vez esto nos hace pensar que no debió ser una civilización que dedicara especial atención a su defensa militar. Quizás alcanzaron tal punto de cohesión social que no necesitaron de ejército poderoso alguno para mantenerse.
Se han encontrado fosas con multitud de cadáveres, incluso muertos en las escaleras de las viviendas. Esto hace pensar que se produjo un exterminio masivo por parte de los invasores. Y a su vez esto nos hace pensar que no debió ser una civilización que dedicara especial atención a su defensa militar. Quizás alcanzaron tal punto de cohesión social que no necesitaron de ejército poderoso alguno para mantenerse.
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